¿En que habrían estado pensando los líderes de Hamás? El mes pasado enviaron guerrillas a través de un tunel secreto desde Gaza hasta Israel, lanzaron un ataque, mataron a dos soldados israelíes y secuestraron a un tercero, el soldado Gilad Shalit de 19 años. Ya que los civiles no eran el objetivo, no era un acto de terrorismo. Era un acto de guerra.
Quizá se creyeron sus propias mentiras, su alarde de que fue la “resistencia armada” la que hizo que Ariel Sharon, el entonces primer ministro, retirase a los soldados y colonos israelíes de Gaza. Quizá creyeron que más violencia llevaría a más concesiones por parte de Israel – especialmente ahora que una coalición de centro-izquierda lidera Israel, que el Likud, el partido duro, se había dividido y luego sobrevino el colapso sobre la conveniencia de la retirada de Gaza.
Hasta ahora, el nuevo Primer Minsitro de Israel, Ehud Olmert, le ha demostrado a Hamás que se equivoca. Ha respondido al ataque militar de Hamás con un contraataque militar. Ha devuelto a las fuerzas israelíes a Gaza, ordenándoles que busquen a Shalit y también que acaben con los misiles – cientos de ellos – que han estado lloviendo sobre ciudades y pueblos israelíes prácticamente todos los días desde que los israelíes dejaron Gaza.
Hamás ha sugerido que podría dejar ir a Shalit si Israel, a cambio, soltase a los prisioneros palestinos. Sin duda alguna, Olmert siente la tentación de hacerlo. Pero esos prisioneros son terroristas convictos. Si los soltara, aunque sólo fuese a unos pocos, como parte del trato, estaría dando pie a que haya mayores incursiones y secuestros en los meses y años venideros.
Olmert ha estado intentando hacer daño a Hamás (mientras que al mismo tiempo suministraba ayuda humanitaria a los palestinos) pero prometiendo que si Shalit es liberado y los ataques de misiles cesan, las tropas israelíes abandonarán la zona. Si Hamás lo hiciera, podría empezar un nuevo proceso de paz.
Pero eso es lo último que Hamás quiere hacer. Sus líderes han declarado su objetivo de forma cándida y repetida: Quieren borrar a Israel del mapa. Vivir en paz al lado de un vecino judío no está en su agenda.
No obstante, por alguna razón, muchos europeos y americanos no pueden aceptar que Hamás está expresando una convicción religiosa, no una posición negociadora. Por ahora, la mayoría de las personas entienden que los islamistas consideran inadmisible que un musulmán alguna vez pueda convertirse a otra religión – la conversión conlleva la pena de muerte en Arabia Saudita así como en otros países en los que las variantes extremas del islam ejercen influencia. Lo que la mayoría de personas no se da cuenta es que los islamistas también creen que es inadmisible que la tierra se convierta: El territorio que alguna vez haya sido conquistado por los musulmanes, insisten, nunca debe regresar a las manos de los infieles. Eso incluye no sólo a Israel sino extensas partes de Europa. También Cachemira, exigen ellos, debe ser regida por los musulmanes, casi seguro que ése es el motivo detrás de los atentados a los trenes esta semana en la India.
No es probable que alguien logre cambiar el dogma de Hamás. Lo que la mayoría de israelíes sí pueden demostrar es que el objetivo de Hamás no es alcanzable en el presente, que el precio de enviar guerrillas y misiles a Israel es demasiado alto.
Tal entendimiento fue por mucho tiempo las bases de un tenso punto muerto con Hezbolá, el grupo terrorista que controla grandes áreas del Líbano a lo largo de la frontera norteña de Israel, territorios que Israel alguna vez ocupó – pero de los que Israel se retiró, corriendo un riesgo que se llamó “por la paz”.
El miércoles, Hezbolá, también, cometió un acto de guerra contra Israel, disparando una batería de cohetes Katiusha y obuses de mortero, atacando los puestos fronterizos de Israel, matando a 3 soldados israelíes y secuestrando a otros dos.
¿En que estará pensando Hezbolá? Es casi probable que esté haciéndolo como ayuda a Hamás y por cumplir las órdenes de sus amos iraníes y sirios que aparentemente creen que Israel no está preparado para pelear en dos frentes al mismo tiempo.
¿Están en lo correcto? Los israelíes – en especial el nuevo primer ministro – están siendo puestos a prueba. No será fácil prevalecer, igual que tampoco fue fácil para los israelíes defenderse solos en 1948 cuando fueron atacados por todos sus vecinos árabes y en 1967 cuando se intentó un segundo esfuerzo coordinado para echar a los israelíes al mar. Ambas guerras acabaron con un Israel más fuerte – y en posesión de más territorio – que cuando las guerras empezaron.
Youseff Ibrahim, el veterano periodista americano nacido en Egipto, escribió recientemente una carta abierta a los palestinos. En ella decía en parte: “La verdad es que la Palestina que Uds. podrían haber tenido en 1948 era mucho más grande que la que podrían haber tenido en 1967, que a su vez es mucho más grande que la que puede que tengan que aceptar ahora o en otros 10 años más. La lucha significa menos territorio, más miseria y soledad total”.
Pero esto no es en lo que Hamás y Hezbolá están pensando.