¡Los americanos deberíamos estar avergonzados! ¡Vaya pueblo más intolerante, fanático y odioso que somos! Al menos eso es lo que nuestras élites políticas y medios de comunicación nos están diciendo. Lawrence Wright, en el New Yorker - sí, el New Yorker – anuncia que: "En estos momentos se ha desatado una serie de guerras culturales contra americanos musulmanes en todo el país". ¿De verdad? Las multitudes en Kandahar y Karachi serán las más interesadas en oír eso.
Si hasta Fox News – sí, la Fox – está en ello; Chris Wallace hablaba la semana pasada de "un creciente sentimiento antiislámico en el país". Perdone la pregunta, pero ¿dónde está la evidencia? En estos días nos han dicho que una nueva encuesta del Washington Post/ABC demuestra que el 49% de entrevistados respondió que tenían una opinión "desfavorable" del islam. A primera vista eso es preocupante. Pero si uno se da el trabajo de examinar realmente la encuesta emerge un cuadro muy distinto.
Primero: Hay que reconocer que el tener una opinión desfavorable del islam no es igual a tener una opinión desfavorable de los musulmanes. La tolerancia no requiere que uno vea con buenos ojos la creencia de otras personas. Solamente requiere que, ante los demás, uno tome una actitud de "vivir y dejar vivir", incluso si ellos creen en cosas que uno no comparte (por ejemplo, los derechos de las mujeres, los homosexuales y las minorías en países de mayoría musulmana; si la amputación y la lapidación se deberían utilizar como castigo; si los musulmanes que se convierten a otra religión merecen ser ejecutados).
También tome esto en consideración: En países de la mayoría musulmana, ¿cuántos musulmanes cree Ud. que tienen una opinión "favorable" del cristianismo, judaísmo e hinduísmo? ¿Cuántos progres tienen una opinión "favorable" del conservadurismo – o viceversa?
En segundo lugar: Inmediatamente después de los ataques del 11 de spetiembre de 2001, otra encuesta del Post/ABC decía que el 39% de los encuestados tenía una opinión desfavorable del islam – 10 puntos menos que hoy. El porcentaje realmente bajó: En junio de 2002, después de que el presidente Bush y otros líderes de opinión tranquilizaron a la gente diciendo que el islam era una "religión de paz" y que al-Qaeda pervertía el islam, esa cifra cayó a solamente un 24%. Pero pronto el porcentaje comenzó a subir. Ya para 2006 había llegado al 46% – más o menos donde está hoy.
¿Qué sucedió entre 2002 y 2006 para que cambiara la opinión de la gente sobre el islam? Pues, una serie de atentados terroristas adicionales que incluyen el atentado contra el Hotel Marriott en Jakarta en agosto de 2003, los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, los atentados suicidas del julio de 2005 en Londres y los atentados suicidas en Bali en octubre de 2005. A eso hay que añadirle los múltiples atentados suicidas en Irak así como las decapitaciones en video de Daniel Pearl y Nick Berg.
Tales atrocidades – todas realizadas en nombre del islam – pueden haberle quitado brillo a la marca islámica, pueden haber hecho que algunas personas modifiquen su opinión del islam y que torne de "favorable" a "desfavorable". Uno puede, o no, estar en desacuerdo, pero, ¿llegar a esa conclusión es realmente una manifestación de odio?
Bueno, dirá usted, ¿qué explica entonces la subida? El hecho es que una subida del 46% en 2006 al 49% ahora está dentro del margen de error de la encuesta – lo que significa que no está muy claro si realmente ha habido algún cambio durante los últimos cuatro años. Y si lo ha habido, quizá haya tenido que ver con el mayor Nidal Malik Hassan y la masacre en Fort Hood, con Umar Farouk Abdulmutallab y el frustrado atentado de Navidad, con Faisal Shahzad y el frustrado atentado en Times Square y con Anwar al-Awlaki – el clérigo nacido en Estados Unidos que probablemente predicaba la paz en la mezquita de Dar al-Hijrah en un suburbio de Washington DC pero al que los servicios de inteligencia americanos ligan a todo lo enumerado anteriormente así como a al-Qaeda. Y luego, por supuesto, ha habido muchas declaraciones incendiarias y gestos provocativos de Mahmud Ahmadineyad, presidente de la República Islámica de Irán (énfasis añadido).
¿Debería responsabilizarse a todos los musulmanes por lo que esos individuos han dicho y hecho? Por supuesto que no. Pero llama la atención que no haya habido manifestaciones masivas en las capitales de lo que ahora normalmente denominamos "el mundo musulmán" para protestar contra el yihadismo, ni un grito popular de "¡En mi nombre, no!, "En nombre de mi religión, no!" Lo que hemos visto más bien es a muchos manifestantes con pancartas que dicen:"Decapiten a los que insultan al islam!"
Con todo esto como contexto, seguramente no es sólo lógico sino inevitable de que algunas personas concluyan que quizá hay un problema dentro del islam, quizá incluso con el islam. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Irshad Manji, la valiente reformista musulmana, titulaba su innovador libro: The Trouble With Islam Today (El problema con el islam hoy). Para evitar ser acusada de islamofobia, ¿debería haberlo titulado "El problema con los americanos hoy"?
Hay más datos minando la idea de que se está extendiendo la fiebre antiislámica. La encuesta del Post/ABC también hizo esta pregunta: "Pensando en el islam de la corriente mayoritaria, ¿cree Ud. que ese tipo de islam alienta la violencia contra los no musulmanes o que es una religión pacífica?"
Una sólida mayoría, el 54%, afirma creer que el "islam de la corriente mayoritaria" es una "religión pacífica". Solamente el 31% afirmaba que el islam "incita a la violencia" – a pesar de los muchos clérigos islámicos en todo el mundo que incitan a la violencia basándose en pasajes del Corán que podrían percibirse como incitadores a la violencia (por ejemplo: "Decapiten al no creyente").
A continuación les explicaré cómo interpreto yo las cifras de la encuesta: La mayoría de los americanos está luchando por entender lo que separa – y une – al islam, al islamismo y al yihadismo. La mayoría no culpa a los musulmanes comunes y corrientes por el hecho de que haya regímenes, movimientos y grupos islámicos deseando matar a sus hijos. Es decir: La mayoría de americanos es asombrosamente tolerante.
No hace falta que les diga que ésa no es la historia que los medios de comunicación están contando. La narrativa que ellos están propalando fue hábilmente presentada en una primera plana del Washington Post como noticia principal este fin de semana. Esta "noticia" hacía hincapié solamente en que el 49% tenía una opinión "desfavorable" del islam. Y omitió el hecho de que esta cifra ha cambiado muy poco – si es ha cambiado algo – durante los últimos 4 años. También pasó por alto mencionar que el 54% continúa viendo el "islam de la corriente mayoritaria" como "pacífico".
Ese uso selectivo de los hechos facilitó la siguiente tesis: que el presidente Obama "se ha encontrado enfrentándose al creciente sentimiento antiislámico que contrasta con su mensaje de tolerancia religiosa".
Para cerciorarse de que los lectores se tragaran el cuento, la noticia afirmaba por segunda vez que la opinión pública "se está poniendo en contra del islam" y luego se refería otra vez "a una opinión pública cada vez más antiislámica" – y todo en base a una encuesta que no demuestra eso, según creo haber establecido.
La noticia llegó a sugerir que mientras Obama, basado en sus principios, se esfuerza por promover la tolerancia, los republicanos, buscando sacar una ventaja partidista, "han estado explotando la tendencia 'antiislámica', especialmente durante el debate por el centro islámico junto a la Zona Cero en Manhattan".
Pero aquí, también, si uno lee realmente la encuesta del Post/ABC, verá que la verdad no es tan simple: El 66% de los encuestados piensa que el centro islámico "no se debe construir" cerca del que fuera el World Trade Center. Pero, de ese 66%, el 82% especifica que no se opone a centros comunitarios musulmanes en general sino solamente en "ese lugar".
El imán Feisal Abdul Rauf quiere construir un centro islámico de 15 pisos con un costo de 100 millones de dólares y a un paso de donde los autoproclamados "mártires" islámicos asesinaron a miles de personas. ¿Está realmente tan claramente establecido que los que cuestionan los objetivos y la financiacíon de Rauf están motivados por el "racismo" y el "fanatismo antimusulmán" según acusaban las pancartas de los manifestantes en Nueva York el sábado pasado?
El artículo del Post cita "a un alto funcionario de la administración" que se lamentaba así: "'Lo más preocupante es cuando uno ve que quienes lo cuestionan son figuras importantes del mundo político" refiriéndose a la posición sobre musulmanes americanos adoptada por destacados republicanos como Newt Gingrich y Sarah Palin quienes se han pronunciado en contra del centro islámico en Manhattan. El alto funcionario de la administración " se negó a que su nombre fuese mencionado para poder así hablar abiertamente sobre un tema delicado". Perdone la pregunta, pero ¿de cuándo acá se ha convertido en algo "delicado" para cualquier funcionario de cualquier administración el criticar a los miembros de la oposición? En realidad, ¿desde cuándo es algo "delicado" para alguien criticar a Gingrich y Palin?
Otra pregunta hecha en la encuesta del Post/ABC: Se les preguntó a los encuestados que de forma "honesta" se definieran: "¿Diría Ud. que tiene al menos un poco de prejuicio contra los musulmanes?" El 71% dijo que no.
Pero, ¿qué saben ellos? Si son tan listos, ¿por qué andan respondiendo las preguntas de los encuestadores? ¿Por qué no están en la televisión y en los periódicos diciéndoles a los americanos lo fanáticos que son, basándose en resultados que obviamente fueron convenecieramente escogidos?