Mucho es lo que se ha dicho sobre la respuesta de conservadores y progresistas acerca de los planes del presidente Obama para Afganistán. Pero, ¿qué piensa el enemigo?
Claro que el mulá Mohamed Omar, líder afgano de los talibanes, habría estado mucho más contento si Obama hubiese seguido el consejo de Michael Moore y hubiéramos empezado la retirada en vez de ordenar un aumento de tropas en Afganistán. Momentos antes de que el presidente subiera al estrado en West Point, el mulá Omar hacía público un mensaje en el que exhortaba a sus combatientes a no desmoralizarse y a continuar con la yihad hasta expulsar de Afganistán a todas las tropas americanas y europeas.
El conocido periodista pakistaní Ahmed Rashid denominó como "una campaña de propaganda sin precedentes" este mensaje de 10 páginas que le fue entregado a él y a otros reporteros vía correo electrónico, tanto en inglés como en dos idiomas afganos. Observaba Rashid que: "El mulá Omar había negado previamente que los talibanes estuvieran aliados con al-Qaeda, aunque sea evidente que la nueva estrategia de comunicación de los talibanes en los medios está sacada de un tutorial de al-Qaeda".
También es significativo que el mulá Omar exhortara a sus combatientes a evitar que haya víctimas civiles. Rashid observa que, según la ONU, "se mató a más de 1.000 civiles afganos en los primeros seis meses del año 2009: Un 70% del mismo debido a los ataques de los talibanes". Evidentemente, esto no ha ayudado a los talibanes en el campo de las relaciones públicas.
Poco después del discurso de Obama en West Point, se publicó una declaración del "administrador" del Emirato Islámico de Afganistán. Ése es el nombre que usan los líderes talibanes para denominar a la entidad que buscan crear porque los islamistas rechazan el estado-nación y nacionalismo por ser conceptos occidentales y no islámicos. Más bien, su objetivo es un califato global, subdividido en territorios, cada uno gobernado por un regente musulmán que seguiría los consejos de un califa, líder supremo de los creyentes.
La página web del Emirato Islámico de Afganistán está salpicada de fotos de lo que al parecer son soldados occidentales asesinados; también hay fotos de ataúdes cubiertos con banderas americanas y británicas. En la parte inferior, la web sugiere: "Agregue esta página a sus marcadores sociales favoritos".
La declaración acusa a Obama de anunciar su estrategia después de meses "de vacilaciones". Al parecer, alguien que trabaja en esa web mira la CNN y/o lee periódicos occidentales. Y la declaración afirma que la política de Obama, "se ha formulado bajo la presión ejercida por generales (del ejército) del Pentágono, de los neoconservadores americanos y de los pocos ricos de Estados Unidos y para la protección de sus intereses".
Luego, en un guiño a la izquierda en Europa, Estados Unidos y Pakistán – muchos pakistaníes laicos son claramente izquierdistas, fieles admiradores de Noam Chomsky y que citan a Seymour Hersh – la declaración denuncia los planes de Obama como "una estrategia del colonialismo destinada a asegurar los intereses de los capitalistas americanos y parece que Estados Unidos tiene planes amplios y prolongados pero maléficos y hostiles, no sólo para Afganistán sino para toda la región".
Haberle puesto una fecha a la retirada de tropas se descalifica como una "treta". Esa respuesta defensiva sugiere que el calendario de retirada – que le ha costado apoyo de los conservadores a Obama – puede estar sirviendo para minar el mensaje talibán de que Estados Unidos piensa ocupar Afganistán permanentemente. Que esto es falso puede parecer obvio a los americanos, conservadores y progresistas por igual. Pero muchos en la región, especialmente en Pakistán, están seguros de que los americanos quieren "ocupar" Afganistán para siempre. Cuando uno pregunta por qué, le contestan que debido a los recursos de Afganistán (que son ¿cuáles?) o hacen una vaga referencia al "Gran Juego".
En cuanto a las tropas adicionales, la declaración se jacta de que éstas "proporcionarán mejores oportunidades para que los mujaidines lancen ataques". Ud. recordará que estas críticas también se oyeron cuando el aumento de tropas en Irak liderado por el general David A. Petraeus – su contrainsurgencia (COIN por sus siglas en inglés) exigía el despliegue de más tropas en posiciones más vulnerables que fueran más allá de la protección de las bases avanzadas de operaciones.
Se dijo que todo resultaría simplemente en un aumento de víctimas. Lo que no entendían algunos era el alivio que sentía la mayoría de iraquíes al verse protegidos de las garras de al-Qaeda y/o de las milicias patrocinadas por Irán. A cambio de seguridad, proporcionaron valiosísimos datos de inteligencia sobre el enemigo común y eso cambió rápidamente la suerte de la batalla.
El costo de la guerra de Afganistán "profundizará la crisis de la economía americana que ya se encuentra en ruinas". Eso también se decía sobre el renovado compromiso en Irak – lo que no significa necesariamente que sea falso. Pero hay muchas fuerzas presionando la economía americana ahora, como se dará cuenta cualquiera que esté siguiendo la Conferencia sobre el Cambio Climático en Copenhague. Estados Unidos no dejó de librar la Segunda Guerra Mundial solo porque llegara en mal momento después de una década de depresión económica.
Los talibanes afirman que no tienen ninguna base en Pakistán ni que tampoco necesitan tales bases fuera de Afganistán. Pero sabemos que esto no es cierto porque al corresponsal del New York Times David Rohde, secuestrado en Afganistán hace un año, se lo llevaron a un miniestado talibán en el Pakistán Occidental, de donde logró escapar hace 7 meses.
La declaración talibán dice que Obama "a veces llama a esta guerra, una guerra de necesidad; a veces la llama guerra para la defensa de Occidente y algunas veces, guerra por la seguridad del mundo. Esto es para movilizar a la opinión pública mundial en favor de esta guerra y alentar a otros países a apoyarla con el fin de justificar la invasión ilegal y usar otros países para su beneficio". Es interesante que un grupo que se considera libre de obligación alguna con las leyes internacionales sin embargo se queje pública e indignadamente de las violaciones de otros. Quizá Human Rights Watch podría persuadir a los talibanes para que firmen la Convención de Ginebra?
De acuerdo con este mensaje, podemos concluir que los talibanes no están interesados, hasta ahora, en abrir una nueva era de entendimiento con Obama: "Los afganos, la opinión pública mundial, y especialmente el pueblo de Estados Unidos ahora conocen la realidad y no van a dejarse engañar por los juegos de palabras de Obama".
Finalmente, el Emirato Islámico amenaza con "una reacción más severa en los años venideros". Esto debería tomarse muy en serio. Los talibanes presentarán una encarnizada batalla en Afganistán y Pakistán. Y si también pueden traer la guerra más cerca, hasta nuestras casas, también lo harán.